jueves, 16 de julio de 2015

Lo que debemos recordar cuando nuestra actitud es de presunción (2 Samuel 7:1-14)

La vida misma nos puede colocar (puede ser también el plan de Dios) en situaciones donde tengamos poder alguno. Ser líder de cierto grupo de personas. Lograr por nuestras cualidades particulares algún beneficio para los demás otorgándonos cierto prestigio y posición social. La profesión que desempeñemos nos lleva a cierto grado de comodidad económica  que nos permite convertirnos en benefactores.
En todas estas situaciones, y algunas otras mas, frecuentemente corremos el peligro de asumir una actitud de presunción. Es decir, sin que alguien pregunté el asunto histórico de quien realizó tal acción viene de nuestras labios la respuesta señalándonos a nosotros mismos como los autores de tales hechos.  "Yo fui quien empezó con la idea...", "Yo fui quien patrocinó el recurso..." "Yo fui quien organizo a tales personas...". 
La historia de 2 Samuel 7:1-14a narra como fue que Dios evitó el plan de David que podría convertirse en un acto de presunción (litúrgico). "Yo fui quien con quien con toda la riqueza del reino le construí una morada a Dios".
El relato inicia señalando la paz que había en el reino de David y la reflexión de David al ver que el estaba en un palacio y la presencia de Dios simbolizada por el "arca" estaba en una tienda de campaña. La intención de David era construirle una casa a Dios. Al parecer David había olvidado las características del Dios que ya tenía tiempo le había estado acompañando.
Natán, el profeta, es enviado por Dios para recordarle a David la historia. La historia de la libertad y del peregrinaje donde Dios estuvo presente. La historia del mismo David donde fue Dios quien lo llevó hasta el lugar donde estaba. La historia futura donde el que hará que su descendencia permanezca es la voluntad de Dios.  Y si va a construirse un lugar para el "arca", Dios mismo será el que decida quien y cuando. 
Cada acto dentro de la iglesia misma, cuando olvidamos a Dios como el origen y el sustento, se convierte en un acto de presunción. "Ministre muy bien la congregación tanto que hasta la presencia de Dios se sintió tan real"; "Yo le di la idea al pastor de como evangelizar por eso esta llegando personas nuevas a nuestra congregación"; "Yo empecé a diezmar y a ofrendar mas de lo que se requiere por eso hay recursos en la iglesia; "Yo.......".
La presunción llega cuando olvidamos nuestro pasado: "era ciego y ahora veo"; nuestro presente: "por la gracia de Dios soy lo que soy"; nuestro futuro: " He aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo".  Y como dice la canción de Marcos Vidal: "y si alguna vez me alzase con soberbia y pretensión intentando ser yo mismo el autor hazme ver tu cuerpo herido y avergüénzame Señor".




presunción

s. f.
1   Vanidad u orgullo que muestra una persona que presume y alardea de sí misma y de sus propias cualidades.

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