domingo, 26 de julio de 2015

No hay Dios (Salmo 14)

Como todos sabemos, nuestro país ha tenido en estos recientes  años, en estos meses en particular, una serie de levantamientos, ya sea de sindicatos, de minorías que se han organizado, con la finalidad de protestar contra alguna acción de las autoridades que culmino en una injusticia para ciertos grupos de personas o trabajadores.   Los demandas de justicia son: señalar que las reformas afectaran sin piedad alguna los derechos de los trabajadores; las actuaciones de abuso de poder del ejercito y los grupos policiacos,  violando los derechos humanos; y otros asuntos mas…
Si damos un vistazo a la historia de nuestro país y la historia de otros países también, nos daremos cuenta que el desarrollo y los cambios importantes  para avances notables del desarrollo y el bienestar de los ciudadanos ha ocurrido cuando se levanta la voz para denunciar la injusticia.
¿Cómo es que sucede esta injusticia? El salmo 14 nos ofrece una respuesta: “El necio dice: no hay Dios” y por la tanto “no hay quien haga lo bueno”. La razón de tanta injusticia, tanta incorrupción, tanta impunidad es que la sociedad ha expresado en su vida cotidiana que no hay Dios.  
¿Qué significa: “no hay Dios? El Salmo 14 no se esta refiriendo al ateísmo donde se niega la existencia de la Divinidad o divinidades. Sino se refiere a que la sociedad expresa que no hay Dios porque piensa que a Dios poco le interesa lo que pase con la humanidad. Hace la vista gorda a cualquier tipo de injusticia. Es un Dios ausente que no interviene  y que, indirectamente favorece la corrupción, la impunidad. Por lo tanto, los necios  han convertido la sociedad en un inmenso banquete en el que los poderosos, por medio de la corrupción y de la impunidad devoran la vida de los pobres.
El Salmo 14, en su denuncia profética, hace un retrato de nuestra sociedad el día de hoy: personas despedidas injustamente de su trabajo, aumento de la violencia, aumento de la brecha entre pobres y ricos por nuestro sistema económico, perdidas de valores morales, crecimiento de la corrupción de los gobernantes, etc. Parece ser que aunque la religión dominante y el crecimiento de grupos religiosos  profesan creer un Dios nuestro país vive sin Dios y si se vive sin Dios no se puede hacer lo bueno. 
Sin embargo este salmo nos invita a ver que  la necedad (No hay Dios) no es el punto final de la historia pues Dios esta actuando. El inclina su rostro en busca de quien haga el bien. El esta con los justos, que son pocos. Aunque se burlen de los planes de los pobres, ellos encuentran refugio en el Señor. Es decir, Dios esta en el bando de los que sufren injusticia.  Y Dios mismo es el que cambia la suerte del pueblo, cambia la tristeza al gozo pues él cumple sus promesas.
A veces nos cuesta concluir de esta manera cuando observamos lo que sucede en nuestra sociedad. Nos unimos a los necios y expresamos también la inexistencia de Dios. Nos cuesta decir, nos cuesta denunciar.  Nos cuesta predicar que cuando el mundo deje de decir que no hay Dios entonces podrá obrar bien.

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